Trump y los ricos

Antonio M. Agustin

Más allá de manifestar mis preferencias ante la elección por parte del pueblo norteamericano del presidente Trump, añado una reflexión.
Los motivos por lo que votamos en las elecciones políticas se podrían resumir en lo próximo que están los candidatos a lo que pensamos y creemos que debería defenderse.

Los que optan a la elección se mueven por los resortes de sus convicciones. Más allá estará su sentido del deber al pensar que deberían gobernar para todos con educación y respeto.

No hace muchos días leí en un artículo periodístico que hablaba sobre la nueva era que se nos venía encima : el razonable sería sustituido por el fuerte. Algo de eso se está notando en las formas de unos y otros actores públicos…

El hecho de que coincidan el rico (y poderoso) con el político (también poderoso) me genera alguna inquietud. El contrato social ( “homo homine lupus”) nació sobre la necesidad de defender al débil de los atropellos del abusón.

De hecho seguimos la senda : los sindicatos defienden a los trabajadores de la falta de sensibilidad de los empresarios o de las leyes inmovilistas, los afectados por los desahucios se defienden conjuntamente de los atropellos legales que han sufrido por el impago de hipotecas, los de Grenpeace y cincuenta organizaciones más por el apagón inhumano de dejar sin luz o gas a quien no puede pagarlos,
muchos hemos abogado incluso por la defensa de una renta básica universal y obligatoria… con o sin movilización y organización ciudadana que la respalde la legislación se ha hecho oír por el énfasis de grupos más o menos mayoritarios que impulsan causas.

Mis preguntas concretas son : ¿Es el Presidente Trump el más adecuado para atender a las personas con menos recursos, las que ni siquiera tienen acceso a la sanidad? ¿Es Donald Trump el mejor dirigente para defender a los hispanos afincados en USA? ¿El que mejor entenderá a los artistas? ¿El que fomentará con más intensidad las ayudas para la compra de una vivienda? ¿El que procurará una
educación al alcance de todos? ¿O la bajada de impuestos a las clases más modestas? ¿O que se centrará en una reducción generalizada del coste de los medicamentos?.

En mi opinión es extremadamente dudoso que el rico extienda con convicción sus prioridades hacia los terrenos de los que tienen pocos recursos. ¿Por qué le han votado?.

Al coincidir el poder económico -al que también hay que frenar con leyes- con el poder político y abrir así la posibilidad a modificar el contrato social…¿Quién defenderá al más débil?.

Antonio Agustín