Me ha gustado el hecho y voy a intentar explicarlo.
Intentaré ser didáctico.
Las empresas de distribución del sector de la hostelería se dedican a llevar a bares y restaurantes la mayor parte de productos que necesitan. Permiten que éstos, en vez de tener que hablar con cientos de proveedores (del agua, de la leche, del vino, de la carne…) lo hagan con unos pocos.
De alguna manera podríamos decir que cada uno de ellos son una especie de supermercados ambulantes que sirven a restaurantes y bares. Bien.
La empresa de distribución Transcontinental -con sede en Alzira- tiene las oficinas y almacén principal muy cerca del centro de la catástrofe que ocasionó la perversa DANA que azotó Valencia.
Por suerte para Juan Peiró y sus socios, únicamente los productos que estaban en el suelo de la nave sufrieron las consecuencias. Peor suerte se llevaron los 20 camiones de la empresa que dirige. Todos arruinados o en dirección del taller.
Pero los milagros también existen en forma de generosidad organizada. A la mañana siguiente aparecieron en su parque otros 20 camiones cedidos gratuitamente por veinte de sus competidores para que los chóferes de Transcontinental pudieran ponerse al volante y conducir hacia los bares y restaurantes que pudieron abrir.
Y eso mientras decenas de camiones procedentes de varias provincias hacían recorridos de ida-vuelta-ida-vuelta-ida-vuelta para repartir agua embotellada -por supuesto donada- entre los afectados, voluntarios y profesionales (policías , militares y bomberos) .
Sé que muchos han hecho mucho. Y muchas gracias a todos.
En este caso quisiera resaltar la belleza ética de la cooperación y la generosidad organizada de un sector en
ocasiones olvidado y de la que algunos gobernantes de éste y otros países podrían aprender : a ser sensibles, a
organizarse olvidando diferencias y a ser generosos.
Antonio Agustín