Los cualquiera

Un nuevo post de:

La importancia de los «cualquiera» que «ni saben ni contestan»

Nada en contra de los periodistas e informadores salvo contra los que adolecen de gandulería.

Mi nota de hoy es para éstos.

Se nota en que creen a pies juntillas en todas las notas de prensa, suelen dar por buena la información de la que se alimentan y completan sus contenidos con entrevistas superficiales a ciudadanos que deberían contestar “No saben no contestan”.

Ayer me preguntaba cuántos telediarios verían la luz si no contasen con las consabidas preguntas a algunos viandantes de las principales ciudades de España. Son los famosos “cualquiera” a los que se les fuerza opinión y selecciona cuando hasta que la dan en la línea editorial marcada.

Sobre los calores , la sequía, las políticas económicas del gobierno, el Presidente del gobierno, la oposición o la tramitación parlamentaria de cualquier ley de diez o más folios como si se trataran de poliexpertos con criterio atinado.

Más allá de la utilización partidista de estos ciudadanos medios quiero aprovechar la reflexión para poner encima de la mesa un tema extremadamente delicado.

En retail -tiendas- y marketing hay principalmente dos grandes teorías en relación al criterio del consumidor-cliente : una que cree de verdad que él “sabe” lo que quiere y marca tendencias pidiendo, reclamando e incluso exigiendo que las cosas evolucionen por determinados caminos. Otra, que aunque lo consideran espabilado, resulta más bien de perfil discreto y talante obediente y que las tendencias (al final el origen de los inventos) están en la industria o en las tiendas.

Que cada uno se sitúe donde más cómodo se encuentre. Personalmente estoy más bien de este último lado. Los grandes inventos, como el Nescafé, el café de cápsula, el tenedor, la moda más allá de las temporadas, los asientos calefactables, la luneta térmica son de personas personas geniales que han sabido interpretar las necesidades latentes de la gente de la calle. En mi opinión, los “cualquiera” de turno pueden llegar a definir una inquietud pero difícilmente el contenido de la página siguiente.

No, la gente no sabe lo que vendrá, no… pero sí -y muy bien- lo que le gusta. Nadie puede escapar a su valoración : ni la industria, ni el comercio ni las elecciones.

© Antonio Agustín

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